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Influencia del clima en el poblamiento y en las actividades humanas.

Es interesante incluir un breve apunte sobre la influencia de las condiciones climáticas en el poblamiento y en las actividades humanas. El poblamiento actual procede del desarrollo de las villas medievales. Sin embargo, cuando éstas se fundaron, a comienzos de la Baja Edad Media, se eligieron emplazamientos estratégicos (fácil defensa y buenas comunicaciones), pero también se tuvieron en cuenta las condiciones ambientales y climatológicas. Así, la mayor parte de las villas se situaron en la margen izquierda de la ría de Gernika-Mundaka, al abrigo de los vientos dominantes del noroeste, húmedos y fríos (Errigoiti, Bermeo, Gernika-Lumo, etc.). A lo largo del tiempo, los núcleos que han tenido un mayor desarrollo y viabilidad han sido éstos, manteniéndose los de la margen derecha o los situados en altura en un nivel demográfico y económico claramente inferiores.

Gernika-Lumoko udalerria Oka ibaiaren ibarrean kokatuta dago, nekazaritzako oso lur honetan alegia
El municipio de Gernika-Lumo se
sitúa en la vega del río Oka sobre
suelo muy bueno para la agricultura.

Las condiciones del clima han producido su efecto en la tipología constructiva rural. Aunque esta tipología es diversa, nos centraremos en estas líneas en resaltar algunas de sus características. Una de las más obvias, y sobradamente conocida, es la orientación que tradicionalmente han tenido la mayor parte de los caseríos. El poblamiento rural ha preferido la construcción de caseríos con el etarte orientado al este, a la salida del sol. Además de un posible origen ancestral mágico, relacionado con el culto al astro rey, fuente de vida, refleja claramente una opción práctica. De igual forma, la cocina se solía situar en el lugar más cálido de la vivienda, mientras que la korta se localizaba en la más fría y húmeda (norte u oeste), puesto que el calor de los animales podía compensar esas condiciones, protegida no obstante por un muro habitualmente más grueso. Respecto a la lluvia, podría desarrollarse un artículo monográfico sobre la tipología de los tejados, diseñados siempre con la caída suficiente para facilitar la evacuación de las aguas. Los más frecuentes han sido los de “dos aguas” y los de “cola de milano”, estando reservados los de “cuatro aguas” casi exclusivamente a las cubiertas de las cuadradas casas-torre señoriales. El habitual diseño de la ganbara, como elemento de aislante térmico entre el tejado y la vivienda, es otra señal del desarrollo de una sabiduría popular derivada de la observación de las condiciones del clima; además, se solía mantener semiabierto hacia la fachada principal, aireado y expuesto al aire más seco y cálido, para poder utilizarlo como lugar de almacenamiento, por ser el lugar mejor aislado de la humedad ambiental.

Sin embargo, no siempre la construcción muestra una sabiduría producto de la observación de las condiciones climáticas. Veamos, por ejemplo, como ha sido el trazado de las calles de las villas de Urdaibai. Mientras que en Bermeo las calles más antiguas tenían un recorrido este-oeste, que les otorgaba una mejor protección de los vientos húmedos del noroeste-norte, en Gernika se trazaron en dirección norte-sur, lo que estableció unos magníficos corredores para los vientos fríos y húmedos que se abaten sobre la villa en invierno y primavera. El trazado racional, en cuadrícula, de la villa de Gernika-Lumo obedeció seguramente a un modelo importado y a la necesidad de ajustarse a otros factores determinantes: la orografía (descienden suavemente en paralelo desde la zona alta, donde se encuentra la iglesia de Santa María, hasta el antiguo puerto) y las marismas colindantes y el trazado del camino real que conducía a la costa.

Tras el suave invierno, con la abundante lluvia y la subida de temperaturas típicas de primavera, los pastizales vuelven a reverdecerse.
En la comarca las plantaciones
forestales más abundantes son las de
pino y las de eucalipto. No es raro
que una alcanzado la edad para su
corta final se haga a matarrasa, es
decir, cortando todos los pies a la
vez, como se puede observar en esta
fotografía tomada en el barrio Oma,
entre Kortezubi y Nabarniz. Cuando
llueve fuertemente la pérdida de
suelo por erosión, sobre todo en
zonas de gran pendiente como ésta,
es muy importante.

Para finalizar, habría que tener en cuenta la influencia del clima en las actividades económicas. Ha sido un condicionante muy importante, en cuanto a la explotación tradicional de los recursos del caserío, determinando las especies de siembra, la época de cultivo, la productividad de las cosechas, etc. Sin embargo, la influencia del clima, en la práctica, ha ido disminuyendo progresivamente, hasta reducirse sobre todo a lo largo del siglo XX y hasta nuestros días. Podemos referirnos a tres fenómenos en los que se refleja de manera nítida su pérdida de influencia: en primer lugar, la reducción o desaparición del cultivo de especies habituales en los siglos anteriores, pero muy vulnerables (el trigo y otros cereales constituyen un buen ejemplo); en segundo lugar, la extensión de los invernaderos, como técnica de cultivo que simula condiciones climáticas más favorables y que protegen las especies cultivadas de los vaivenes del clima; y, en tercer lugar, la introducción de especies foráneas, resistentes o adaptadas a las condiciones de Urdaibai, capaces de generar una productividad elevada. En este último caso se encuentran las plantaciones forestales (pino insigne o de Monterrey y el eucalipto) de rápido crecimiento u otras como el kiwi.

Un ejemplo de la interacción entre el clima y la acción humana es el del aumento de la erosión en los montes. El monocultivo del pino y del eucalipto, junto con la práctica de técnicas de explotación forestal inadecuadas (plantaciones en pendientes acusadas, matarrasas, arado de superficies, desprotección de amplias superficies tras la tala, etc.) y la existencia de lluvias constantes –en ocasiones con cierto carácter torrencial– está produciendo una erosión constante en los montes de las cuencas hidrográficas de Urdaibai (Oka y afluentes, Artika, Laga…) y la deposición de limos en los humedales del tramo alto del estuario de la ría.

En otro orden de cosas, las características del clima en Urdaibai afecta de forma limitada a las comunicaciones terrestres, pues los puertos que han de atravesarse para comunicarse con las comarcas circundantes tienen poco desarrollo altitudinal y sólo ocasionalmente se ven afectados por la nieve y el hielo. Por su parte, el ferrocarril no se ve perturbado. No ocurre así con la actividad pesquera, que vive muy pendiente de las condiciones en la mar, que afectan de manera directa a la flota de bajura.

Belar-metak
Antaño, durante el verano, la hierba
verde (o incluso los helechos) secada
al sol se apilaba dentro de los
caseríos, en el pajar, o en el exterior,
formando elementos etnográficos
interesantes como los apilamientos
de hierba o belar-meta, para
alimentar al ganado estabulado o
para hacer la cama a ese ganado,
durante el invierno.

Actividades relativamente nuevas, pero en creciente expansión, como el turismo, dependen en cierta medida de las condiciones atmosféricas, sobre todo las ligadas al turismo veraniego de playa, a la práctica de deportes como el surf, y otras de tiempo libre o carácter científico, como la observación de aves, la pesca fluvial o costera, y otras (paseos, actividades escolares al aire libre, actos festivos locales, celebración de actividades deportivas diversas, etc.).

Tan sólo queda integrar la información que se posee sobre el clima en la construcción de viviendas nuevas. La cultura de una arquitectura bioclimática se encuentra escasamente desarrollada en nuestra sociedad y son escasos los ejemplos en Urdaibai, al margen de algunas construcciones tradicionales.

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