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Cuando la línea de acantilados se rompe por la desembocadura de un río, el paisaje se ensancha y el mar encuentra vía libre para acceder al amplio lecho de inundación. La marea asciende por el valle cada doce horas y media, mezclando sus aguas con las del continente y extendiendo su carga salina en un vasto territorio.

El sistema estuarino del río Oka -también conocido como ría de Gernika, de Mundaka o de Urdaibai-,es el estuario de mayor superficie y mejor conservado de la Comunidad Autónoma Vasca, con aproximadamente unas 1000 hectáreas de extensión bajo la costa mareal, desde los arenales de Laida (Ibarrangelu) hasta la villa de Gernika-Lumo. Aquí se concentra el 87 % de las zonas intermareales de la CAV.

El sistema de este estuario, amplio y poco profundo, corresponde al tipo llamado de mezcla total, con poca presencia de aguas dulces de origen continental, lo que causa una baja estratificación: el volumen de los aportes mareales es muy superior al de los fluviales, y ello causa una mezcla de aguas rápida y total con dominancia de las aguas marinas. La salinidad en superficie se mantiene elevada al menos en la zona exterior del estuario.


Progresando hacia tierra firme aparece una
franja en que las últimas algas marinas se
mezclan con las primeras plantas con flor.
La gramínea Zostera noltii emerge durante
la bajamar de las mareas vivas.

En Urdaibai la fluctuación media alcanza los diez kilómetros desde Gernika-Lumo hasta la playa de Laida (Ibarrangelu). A lo largo de esta distancia, los sedimentos transportados por los ríos y las mareas se decantan según su densidad. Las amplias superficies intermareales que, suponen cerca del 70% de la superficie funcional total del estuario, están formadas por bancos arenosos en su tercio exterior, bancos de sedimento fangoso hacia el interior y por zonas de marismas en su parte más interna. Se forman así amplias planicies de limos y arenas que al crecer emergen progresivamente, liberándose de la periódica inundación.

En estos estuarios, donde la energía de las aguas es baja por hallarse a salvo del oleaje, destaca un elemento característico, la marisma. Dentro de ella encontramos el estero o cintura costera comprendida entre los niveles de pleamar y bajamar. En otras palabras, es el terreno sometido a algún grado de inundación mareal que suele estar formado por sedimentos fangosos, arcillas o limos, y que presenta una red arborescente de canales de drenaje para evacuar el agua en cada reflujo mareal. Dentro de él podremos distinguir un infraestero, formado por las llanuras que se inundan en todas las pleamares (dos veces al día), y el supraestero, que se inunda sólo en las pleamares vivas. El infraestero coincide con lo que en los países atlánticos del norte de Europa se ha llamado Slikke, y el supraestero, de suelos algo más maduros y compactados, es equiparable con el Schorre. Por encima del estero encontraremos zonas planas que no llegan a inundarse pero que tienen los suelos humedecidos permanente o frecuentemente. Estos terrenos bajos y pantanosos, humedecidos por aguas de diferente salinidad, reciben el nombre de marjales.

Como en el resto de los estuarios atlánticos, en el de Urdaibai se ha desarrollado la peculiar dinámica colonizadora marismeña. La vida aquí alcanza las más altas cotas de productividad. Desde los arenales Laida y las isletas de limos arenosos y rellenos de Axpe, hasta las primeras porciones de suelo libres de la marea en Gernika-Lumo y Ajangiz, una compleja serie de seres vivos luchan contra la desecación y el arrastre de las corrientes tratando de colonizar la superficie libre. En la zona de contacto directo con el mar se da una lenta transición para pasar de comunidades de invertebrados y algas marinas a las propias de ambientes continentales.

EL INTERMAREAL ROCOSO

Las rocas situadas en la franja de marea interior del estuario, como las de Portuondo (Mundaka), Txatxarramendi (Sukarrieta) o Arbei y Miramar (Kanala, Gautegiz Arteaga), sustentan una comunidad de algas y de invertebrados.


Según la influencia de las mareas, en la
marisma, podemos distinguir dos zonas bien
diferenciadas. Las que se inundan en todas
las pleamares (infraestero o Slikke) y las que,
por estar un poco más elevadas, sólo se
inundan en las pleamares vivas (supraestero
o Schorre). Por encima de ellas quedan los
marjales.

Las algas fucáceas forman cinturones de vegetación en la zona intermareal de localidades protegidas del oleaje, siendo más abundantes en los estuarios. Estas algas son de consistencia coriácea y de color pardo oscuro u oliváceo, aunque durante la bajamar quedan ennegrecidas con la desecación. La fucácea más abundante en Urdaibai es Fucus spiralis. Otra especie abundante es Fucus vesiculosus que presenta vesículas de aire que le otorgan flotabilidad, ayudándole a mantenerse erguida en marea alta. Fucus ceranoides es la fucácea que más se adentra en el estuario, creciendo exclusivamente en el nivel mareal medio. Dada la escasez de substrato rocoso donde fijarse, es típico encontrarla sobre las rocas de las munas derrumbadas. Pelvetia caniculata es la fucácea que más aguanta la emersión, creciendo en los niveles superiores del intermareal. Ascopphyllum nodosum se encuentra únicamente en la isla de Txatxarramendi.

Entre los invertebrados, destacan el mejillón (Mytilus galloprovincialis) y la ostra portuguesa (Crassostrea angulata), junto a crustáceos decápodos como el cangrejo corredor (Pachygrapsus marmoratus), anélidos poliquetos como Platynereis dumerilli y gasterópodos como el bígaro (Littorina littorea). Cirrípedos como la bellota de mar (Balanus perforatus, Chthamalus stellatus) cubren las superficies expuestas y los resquicios rocosos que no pueblan los anteriores. Frecuentan estas rocas diversas aves invernantes o en descanso migratorio tales como el vuelvepiedras (Arenaria interpres), el correlimos oscuro (Calidris maritima) y el ostrero euroasiático (Haematopus ostragelus), quien con su pico duro y afilado es capaz de romper o abrir los caparazones y conchas de los invertebrados. La productividad de esta franja rocosa interior puede ser importante, como lo prueba el funcionamiento en Kanala de una ostrera hasta el primer tercio de este siglo, de la que, aún se conserva su pared exterior y restos de sus instalaciones anejas.

EL FONDO BLANDO INTERMAREAL

Los fondos blandos, integrados por arenas y limos, albergan comunidades muy diversas de invertebrados que proliferan en los fondos del estuario. Al enterrarse, los organismos evitan la desecación. Además, el sedimento también actúa como amortiguador de los cambios de temperatura y salinidad. No obstante, surge un nuevo problema que es la adquisición de oxígeno. Cuando baja la marea, cierta cantidad de agua queda retenida en el sedimento. El oxígeno disponible en el agua intersticial se agotará rápidamente con la alta densidad de animales. Si se cava un poco en un intermareal fangoso se ve que el sedimento es negro a pocos milímetros de la superficie. Este sedimento negro azulado y de olor desagradable contrasta claramente con el de la superficie, de color marrón. Esta coloración tiene su origen en ciertos compuestos del hierro que están unidos a las partículas de sedimento, en concreto en el hidróxido de hierro que se forma exclusivamente en presencia de oxígeno. Bajo la superficie el aprovisionamiento de oxígeno es muy escaso y además la descomposición de la materia orgánica por parte de las bacterias agota el poco oxígeno disponible. En estas condiciones hipóxicas se forma sulfuro de hierro causante del olor fétido característico. La frontera entre la capa superficial oxidada y los sedimentos negros reducidos (sin oxígeno se encuentra entre 5 y 10 cm en los arenofangos. En las zonas más fangosas este sedimento negro esta prácticamente en la superficie, a sólo unos 3 mm. Por eso quién aquí quiera sobrevivir, tiene que crearse un paso hacia el agua o hacia el aire de la superficie.


Diagrama mostrando la longitud del pico de
algunas aves acuáticas en relación con la
profundidad de enterramiento de los
invertebrados que les sirven de alimento.

En las arenas más expuestas de la bahía predominan bivalvos como la escupiña grabada (Venus verrucosa) o la chirla (Venus gallina), y gasterópodos como Hinia reticulata. Frente a Mundaka aparecen otros moluscos como la tallerina (Tellina tenuis) y Donax vittatus junto a los poliquetos del género Nereis. Como transición hacia comunidades más interiores viven aquí la almeja fina (Ruditapes decussata) y el berberecho (Cerastoderma edule). Ya en las arenas fangosas frente a Busturia, aparecen junto a estas últimas la almeja perro (Scrobicularia plana) y la tallerina báltica (Macoma balthica), los gasterópodos Hydrobia ulvae y Cyclope nerita, así como diversos poliquetos entre los que destacan por lo común los pertenecientes a la especie Arenicola marina y al género Nephtys. También abunda el cangrejo común (Carcinus maenas) y anfípodos del género Corophium.

En los limos son abundantes los poliquetos de la especie Nereis diversicolor, una de los más preciados por los pescadores para encarnar sus anzuelos, compitiendo así con las aves limícolas tales como los zarapitos (Numenius arquata y Numenius phaeopus), de pico largo y curvo especialmente adaptado a la extracción de estos gusanos de sus galerías.

Progresando hacia tierra firme los fondos son más ricos en limos. Sobre ellos aparece una franja en que las últimas algas marinas se mezclan con las primeras plantas superiores, además de a la salinidad.

Estas algas, verdes, a veces forman extensas alfombras y se fijan a piedras, conchas y maderas o flotan libremente con la marea. Los géneros más comunes son Blidingia, Enteromorpha, Ulva, Monostroma, Cladophora y Chaetomorpha. Son especies de amplio rango ambiental, por lo que se encuentran en cualquier parte del intermareal, presentando una notable producción en primavera y comienzos del verano debido a las condiciones más desfavorables de luz y temperatura.

Ambiente Descripción Zonación de las comunidades vegetales Características
Marisma externa halófila Se reconoce en la parte externa del estuario, principalmente en estuarios de mezcla total, donde los aportes fluviales son escasos y la influencia del agua del mar grande. Si además, como sucede en Urdaibai, es un estuario de embocadura ancha, la entrada del agua de mar estará facilitada y esta marisma puede alcanzar una extensión notable. El estero se inunda con agua de alta salinidad proveniente del mar y las comunidades vegetales que se ordenan según el gradiente de inundación han de soportarla mediante fuertes adaptaciones a ella, tanto morfológicas como fisiológicas. Zonación halófila (Marisma externa halófila) Ordenadas a lo largo del gradiente mareal, se disponen las comunidades que se indican en la Tabla 2, en el que se intercalan algunas comunidades anuales entre las vivaces. Las primeras se reconocen fugazmente, apenas durante el verano y el otoño, pues pasan al estado de semilla el resto del año, lo que les confiere además un cierto carácter itinerante.
Marisma interna subhalófila. En la zona interna del estuario de Urdaibai, la influencia del agua marina se atenúa y las aguas son salobres, de salinidad rebajada por mezcla con las fluviales. Ello determina la existencia de esta marisma, que en gran parte estará constituida por planicies húmedas pero que no se inundan en las pleamares, que llamaremos marjales subhalófilos. Zonación subhalófila (Marisma y marjal subhalófilos internos) La zona interior del estuario presenta una menor influencia salina, por lo que se reconoce una zonación de suelos salobres, no tan influidos además por el régimen mareal, sino por las variaciones de los caudales continentales en confluencia con los marinos (Tabla 3)

Tabla 1: En esta tabla se recogen los diferentes ambientes estuarinos que podemos observar en Urdaibai. En Urdaibai hay una buena representación de las comunidades vegetales estuarinas, tanto de la serie halófila como de la subhalófila. (Adaptado a partir de la Guía científica de Urdaibai).

La Zostera noltii forma comunidades menos densas y arraigan en terrenos bastante arenosos. Emergen durante la bajamar de las mareas vivas. Habitan en zonas cubiertas a lo largo del tiempo por la marea. Otra gramínea, la Zostera marina, actualmente extinguida en el País Vasco, formaba comunidades densas. Nunca emergían, ni siquiera durante la bajamar de las mareas vivas. Se desarrollaba sobre un sustrato fangoso. Las hojas laxas de ambas gramíneas resisten los arrastres de las olas y sirven de pasto a las anátidas que, como el silbón européo (Anas penelope) o la excepcional barnacla carinegra (Branta bernicla), invernan o recalan en la zona durante sus migraciones.

HACIA EL MEDIO TERRESTRE

Las primeras plantas aéreas erguidas pertenecen a la especie Spartina maritima, y forman céspedes en las isletas de limos que asoman en la bajamar. En este terreno hurgan las aves limícolas con sus picos a la caza de invertebrados.

Zbkia. Asociación (en negrita las enteramente vivaces) Especies principalesk Posición en la zonación y anotaciones sobre el hábitat
1 Zosteretum noltii Zostera noltii Infraestero medio
2 Salicornietum dolichostachyae Salicornia dolichostachya Infraestero superior
3 Puccinellio maritimae-Arthrocnemetum perennis Spartina maritima Infraestero superior
4 Salicornietum fragilis Salicornia lutescens, Salicornia dolichostachya, Suaeda maritima (+ Puccinellia maritima edo Aster tripolium, etabarren plantulak.) Infraestero superior
5 Salicornietum obscurae Salicornietum obscurae Infraestero superior
6 Puccinellio maritimae-Arthrocnemetum perennis Sarcocornia perennis, Halimione portulacoides, Limonium vulgare, Plantago maritima, Puccinelllia Maritima, Spergularia media, Triglochin maritima Supraestereo inferior
7 Sarcocornio-Salicornietum ramossisimae Salicornia ramosissima, Puccinellia maritima, Sarcocornia perennis, Suaeda maritima Supraestereoa
8 Puccinellio maritimae-Arthrocnemetum fruticosi Sarcocornia fruticosa , Inula crithmoides, Halimione portulacoides, Limonium vulgare, Plantago maritima, Puccinelllia maritima,Triglochin maritima Supraestero superior, mayor salinidad y sequedad (matiz mediterráneo)
9 Inulo crithmoidis-Elynetum pycnanthi Elymus pycnanthus, Atriplex prostrata, Beta maritima, Aster tripolium, Festuca rubra subsp. pruinosa, Halimione portulacoides, Juncus maritimus,Triglochin maritima Halonitrófila. Influencia antrópica. Supraestero y marjal salino

Tabla 2: Comunidades vegetales de la marisma halófila.

En Urdaibai se han citado 245 especies de aves, de entre las cuales las acuáticas son las de más importancia. El ecosistema acuático, bien como parada provisional de muchas especies migratorias, refugio invernal de otras o como residencia habitual albergaba, en 2004, 145 especies (prácticamente el 60% de todas las aves de Urdaibai). En general puede decirse que el mayor trasiego de individuos por la marisma de Urdaibai se da en otoño. Algunos de ellos permanecen en la zona durante todo el invierno, y muy pocas especies mantienen representantes en verano, durante la época reproductora. Tan sólo se ha comprobado la nidificación de una de ellas, el chorlitejo chico (Charadrius dubius), en los arenales artificiales del interior del estuario, pero con escaso éxito reproductor dada la escasa tranquilidad del área durante la época de cría.

Zbkia. Asociación Especies principales Posición en la zonación y anotaciones sobre el hábitat
1 Ruppietum maritimae Ruppia maritima Vegetación sumergida en las aguas salobres de canales y charcas en las colas de los estuarios.
2 Scirpetum compacti Scirpus maritimus var. compactus, Aster squamatus, Juncus maritimus Comunidades anfibias que viven en medios anegados por aguas salobres.
3 Limonio vulgaris-Juncetum maritimi Juncus maritimus, Armeria pubigera subsp. depilata, Carex extensa, Glaux maritima, Juncus gerardi, Triglochin maritima Juncales subhalófilos sobre el supraestero medio y superior que sólo se anega en las pleamares
4 Agrostio stoloniferae-Juncetum maritimi Juncus maritimus, Agrostis stolonifera (espezie subhalofiloak murrizten dira eta gazitasun gutxi jasaten duten espezie batzuk agertzen) Juncales de marisma interna, donde la salinidad es más baja.
5 Agrostio stoloniferae-Paspaletum vaginati Paspalum vaginatum, Agrostis stolonifera, Atriplex prostrata, Juncus maritimus Praderas sobre suelos húmedos, generalmente arcillosos, y de salinidad moderada en el supraestero (inundación sólo en las pleamares más vivas).
6 Armerio depilatae-Frankenietum laevis Frankenia laevis, Armeria depilata, Elymus pycnanthus, Halimione portulacoides, Limonium binervosum, Puccinellia maritima Supraestero superior. Sobre suelos arenosos que se drenan fácilmente en bajamar; zonas de contacto entre la marisma y la duna

Tabla 3: Comunidades de la marisma subhalófila.

Son limícolas invernantes comunes en Urdaibai el ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus), la avefría europea (Vanellus vanellus), el chorlitejo gris (Pluvialis squatarola), el chorlitejo grande (Charadrius hiaticula), el zarapito real (Numenius arquata), la agachadiza común (Gallinago gallinago) y los archibebes común (Tringa totanus) y claro (Tringa nebularia). Estas aves recalan en la marisma en otoño y no abandonan la zona por lo general hasta comienzos de primavera. Otras, como la aguja colinegra (Limosa limosa), el chorlitejo dorado europeo (Pluvialis apricaria) o la avoceta común (Recurvirostra avosetta), varían en densidad durante el invierno en función de las condiciones meteorológicas reinantes en su zonas habituales de invernada en Europa.

Además se ha registrado la presencia de otras muchas especies durante sus migraciones, mientras aprovechan para descansar, reavituallarse, o simplemente esperar condiciones meteorológicas apropiadas. Conviene destacar el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), el zarapito trinador (Numenius phaeopus), la aguja colipinta (Limosa lapponica), el vuelvepiedras (Arenaria interpres), la grulla (Grus grus), el zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), el correlimos gordo (Calidris canutus) y el andarríos grande (Tringa ochropus) entre otros.


Los prados de siega ganados al estuario en
los pólderes de Anbeko y Ozollo, en Gautegiz
Arteaga, son habitual punto de reunión
invernal de diferentes especies de aves.

Entre las especies sedentarias encontramos el paiño común (Hydrobates pelagicus), del que, en 2006, se conocían tan solo 5 colonias de cría en la CAV, todas ellas en Bizkaia. Concretamente 2 de esas colonias se encuentran en los acantilados costeros de Urdaibai, una en la isla de Izaro y otra en los acantilados de Ogoño y cuentan con aproximadamente 75 y 23 parejas respectivamente, habiéndose estimado en 2004 la población reproductora de esta especie entre 600 y 700 parejas en la CAV. Además, en 2006 y 2007 la colonia más importante de nuestro territorio se halla a su vez no lejos de los límites de Urdaibai, en la isla Aketx, Es esta un ave migratoria, que en invierno recorre las aguas frente a la costa que va desde el Golfo de Guinea hasta Sudáfrica pero lejos de la plataforma continental. De hecho, es una especie pelágica que se alimenta de plancton, larvas de peces y pequeños cefalópodos en alta mar. En la época de cría forman colonias y ubican los nidos en cuevas, pequeñas cavidades y grietas; las parejas se acercan por la noche al nido para evitar la presencia de gaviotas y otros depredadores, lo que dificulta el proceso de seguimiento e investigación de esta especie. El éxito de reproducción de esta especie es bajo y parece ser que la disponibilidad de alimentos, que tanto varía año tras año, es su principal condicionante. Si a esto le añadimos la vulnerabilidad de las colonias (especialmente debido a la presencia de ratas y otros predadores) podríamos concluir que es una especie que requiere unas medidas de protección adecuadas. Entre estas pasaría el controlar la presencia de personas en la isla de Izaro, puesto que a menudo en las embarcaciones suben otros tripulantes no deseados tale como las mencionadas ratas. Otra de las aves reproductoras de Urdaibai es el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), cuyas colonias de cría albergan en los acantilados de Ogoño, en 2007, la mayor población de esta especie en nuestro territorio con 44 parejas. A diferencia del cormorán grande (P. carbo), el cormorán moñudo cría solamente en la costa acantilada y en las islas costeras, y constituye una de las pocas aves marinas no migratorias, siendo su número invernal en Urdaibai de unos 46 ejemplares, aunque en los últimos años este número va en aumento. El carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus), especie clasificada “en peligro de extinción”, frecuenta los carrizales más densos, aunque por el momento no se ha observado ninguna nidada de esta especie en Urdaibai. Este pequeño habitante es un migrante transahariano que recorre grandes distancias. Por otro lado, cabe mencionar el Proyecto Ciconia, que con la ayuda de la Fundación Lurgaia tiene como objetivo la reintroducción de una especie emblemática que dejó de anidar en Urdaibai hace alrededor de un siglo, se trata de la cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Dentro del proyecto se han traído ejemplares que han pasado por centros de recuperación tras haber sufrido variadas lesiones. Estos individuos se mantuvieron en grandes recintos durante dos años para que reconocieran a Urdaibai como su hogar y con la esperanza de que tras ser liberadas durante el otoño regresarán la primavera siguiente para criar entre nosotros. El proyecto comenzó en 2003 y finalizó en 2008, liberándose 39 cigüeñas blancas y el éxito se tradujo en el nacimiento de las primeras crías en libertad en 2007. Por último y entre las demás especies podemos citar el colimbo (Gavia sp.), la pardela (Pardela sp.), la garza real (Ardea cinerea), la garcilla (Egretta garzetta) y el martinete (Nycticorax nycticorax), y diversas especies de anátidas (los géneros Anas sp., Aythya sp., Melanitta sp.). Para acabar, entre las especies ocasionalmente citadas en Urdaibai podríamos destacar la presencia del morito (Plegadis falcinellus).

Detrás de las praderas de Zostera y Spartina, sobre los limos que se inundan en pleamar, crecen bandas de vegetación integradas por Salicornia dolichostachya, Salicornia lutescens, sosa blanca (Suaeda maritima), Aster tripolium… que dan paso a comunidades perennes más estables con verdolaga marina (Halimione portulacoides), alacranera (Sarcocornia fruticosa, S. perennis subsp. perennis), Triglochin maritima y acelga salada (Limonium vulgare) entre otras. Todas ellas poseen tallos y hojas estrechas y carnosas. Se encuentran repletos de agua y sales para soportar la salinidad exterior. Gracias a estas adaptaciones logran colonizar el medio con éxito. La gramínea Puccinellia maritima forma masas cespitosas allá donde el suelo está a salvo de la marea.

El agua cubre extensas áreas del estuario durante la pleamar. En ellas realizan incursiones diversas especies de peces como la lisa (Chelon labrosus) y la platija (Platichthys flesus), que sirven de alimento a las aves buceadoras. Una de ellas, el cormorán grande (Phalacrocorax carbo), está presente en un número durante todo el año en Urdaibai, mientras que la serreta mediana (Mergus serrator) es habitual, aunque muy escasa, exclusivamente en otoño e inverno. Pero los peces mencionados son también devorados por otros grupos de aves, las denominadas pescadoras, tales como la garza real (Ardea cinerea) y la garceta común (Egretta garzetta), zancudas especializadas en arponear con el pico a sus presas.

Es posible divisar en otoño y en menor medida en primavera, grupos de espátulas (Platalea leucorodia) en el estuario que aprovechan la media marea para capturar crustáceos y pequeños pececillos. Mueven la cabeza de un lado para otro para filtrar las aguas someras con su ancho pico, lo cierran instantáneamente tan pronto como perciben la presencia de su presa. Igualmente aparecen en la zona ejemplares solitarios de águila pescadora (Pandion haliaetus), durante su migración otoñal, con periodos desiguales de permanencia en la zona, donde se les ha observado pescando lisas (Chelon labrosus) en la zonas más inaccesibles del estuario.


Banda de vegetación formada por Verdolaga
Marina (Halimione portulacoides) entre otras.

En los últimos años se esta llevando a cabo un seguimiento del tanto del águila pescadora (Pandion haliaetus) como de la espátula (Platalea leucorodia).

El águila pescadora (Pandion haliaetus) utiliza la ría de Mundaka para hacer un alto en el camino a su paso desde el norte de Europa hasta el África tropical y viceversa. Un proyecto de seguimiento por radiotelemetría iniciado en Escocia en 2007 confirmo este hecho ya conocido por los ornitólogos que visitan la zona. Gracias a un transmisor de radiofrecuencia con GPS se ha podido realizar el seguimiento diario y descubrir la trayectoria migratoria de una hembra nacida en Escocia. Después de abandonar las islas británicas este ejemplar optó por la Urdaibai como lugar de descanso durante varias jornadas. En su periplo hacia el sur y tras dejar atrás la península Ibérica, cruzó el desierto del Sahara y terminó su recorrido en la costa de Guinea Bissau después de haber sobrevolado un total de 5800 km.

Actualmente, en Urdaibai, se esta desarrollando un proyecto de reintroducción de este ave.

En cuanto a la espátula (Platalea leucorodia) comentar que, según los estudios realizados, en 2007 por ejemplo 1.166 ejemplares fueron observados en Urdaibai, lo que supone que aproximadamente un 18% de la población del noroeste de Europa utiliza Urdaibai para reponer fuerzas en su viaje hacia Mauritania y Senegal. De hecho, la mayoría de los animales que aprovechan la parada de Urdaibai forman parte de la población que cría en Holanda. Esta especie todavía se encuentra amenazada en Europa por lo que desde 2002 se realizan censos anuales de la especie en colaboración con otros agentes internacionales.

Tan pronto el suelo gana unos centímetros por encima del nivel de las pleamares medias parecen mascollas integradas por el junco de mar (Juncus maritimus) que domina el paisaje. También proliferan otras hierbas como Carex extensa, Glaux maritima, Frankenia laevis o Agrostis stolonifera. Estas comunidades soportan bien la inundación esporádica del mar. Sobre suelos más evolucionados y elevados sobre la marea aparece la primera especie de porte arbóreo que resiste el ambiente salino en la Costa Cantábrica, el taray (Tamarix gallica). Crecen céspedes de Festuca rubra subsp. pruinosa y herbazales de junco de mar (Juncus maritimus) y Scirpus holoschoenus, junto a masas de gramíneas como Elymus pycnanthus allí donde apenas llega el influjo del la marea. Los canales que surcan estos ambientes sirven de hábitat a la rata de agua (Arvicola sapidus), que construye en los taludes sus galerías. También la rata campestre (Apodemus sylvaticus) esta presente en esta zona, aprovechando los residuos orgánicos frecuentemente acumulados en los remansos.


Restos de caparazones de invertebrados
acuáticos. La diversidad de ambientes del
estuario permite la existencia de gran
cantidadde especies de invertebrados.

Junto a los meandros del antiguo cauce del río, a la altura de Forua y Kortezubi, o en los pólderes encharcados de Murueta y Ozollo, se extienden áreas dominadas por el carrizo (Phragmites australis) a quien acompañan ciperáceas con aspecto de junco como Scirpus maritimus var. compactus y S. lacustris subsp. tabernaemontani, u otras. El porcentaje de agua salada es ya casi nulo y entre la vegetación predominan los representantes de comunidades de aguas dulces. A pesar de su escasa extensión, los carrizales de Urdaibai son los más amplios y dinámicos de la costa vasca. Se trata de un hábitat complejo y delicado, que está en serio peligro de desaparición en el Cantábrico.

Las desecaciones sufridas por los carrizales costeros en los últimos doscientos años, junto a la contaminación de los ríos y marismas y el crecimiento urbano e industrial de las últimas décadas en sus territorios, han acabado con la mayoría de los carrizales en la Costa Vasca. La conservación de éste hábitat resulta imprescindible para garantizar la reproducción de diversas especies de aves palustres. En los carrizales de Urdaibai nidifican las siguientes aves: ánade real (Anas platyrhynchos), gallineta común (Gallinula chloropus), rascón europeo (Rallus aquaticus), carriceros tordal (Acrocephalus arundinaceus) y común (Acrocephalus scirpaceus) y el escribano palustre (Emberiza schoeniclus). Las primeras son aves especialmente tímidas que encuentran en la espesura siempre encharcada del carrizal su fuente de alimentación y el espacio idóneo para construir sus nidos. Sin embargo, los carriceros habitan incluso los carrizales más escuetos, alimentándose de insectos que capturan en los alrededores.

En los terrenos ganados al estuario mediante diques, se desarrolla un paisaje multiforme. Los carrizos cubren las áreas más encharcadas, alternados con los juncales, prados húmedos y zonas desecadas para su cultivo. Coloniza con éxito estas tierras un arbusto procedente de América del Norte, Baccharis halimifolia, que ocupa ya grandes superficies en las marismas cantábricas. Florece tarde, al final del verano, y cuando fructifica, recién entrada el otoño. A inicios del siglo XXI se puso en marcha un proyecto con el objetivo de eliminar está planta. Aún es pronto para hacer una valoración de su resultado.


El Estuario Superior ha sido cultivado desde
la Edad Media, intensificándose su puesta en
cultivo a partir del siglo XIX. Estas tierras
fueron desecadas y rellenadas para permitir
su explotación, lo que conllevó la pérdida
de su funcionalidad ecológica y de los
juncales y carrizales que antes los ocupaban
de forma natural. El abandono de la
agricultura y la falta de encharcamiento
permanente de los terrenos antes cultivados
han provocado, desde la segunda mitad de
la década de los 80 del siglo XX, la
proliferación excesiva de especies invasoras
como la Baccharis halimifolia, en detrimento
de la vegetación autóctona adaptada a estos
ambientes (juncales y carrizales hidrófilos).
Entre 2009 y 2010 el Patronato de la
Reserva de la Biosfera de Urdaibai llevó a
cabo el Proyecto de Mejora Ambiental de
Marismas, mediante encharcamiento en este
paraje de Barrutiabaso (Kortezubi). La
inundación permanente que se consigue
con el recrecimiento de las munas, conlleva
la erradicación de estas especies invasoras.
Previamente, en 2007, comenzaron los
trabajos de erradicación de la planta
invasora anteriormente mencionada,
mediante la aplicación de herbicida y
posterior tala y quema de restos vegetales.
Al ser imposible retornar a la situación
original (la cota del terreno es demasiada
alta por el relleno de tierras realizado para
su puesta en cultivo), el proyecto de
naturalización se ha basado en el
recrecimiento de las munas existentes y en
la creación de otra. Así se ha conseguido
crear una lámina de agua continua de agua
salobre (procedente de influjo mareal) y de
aportes de agua dulce: el arroyo de
Uzendaerreka y el manantial de Iturbide) y
recuperar el ecosistema. Los resultados de
la restauración en Barrutiabaso han
provocado la colonización y expansión de
especies vegetales autóctonas típicas de
aguas salobres (carrizales, juncales…),
mejorando el hábitat propicio para la
nidificación de numerosas especies de
aves, el descanso y alimentación de las
aves migratorias, y la conservación de
otras especies de fauna de gran interés
y vulnerabilidad, como por ejemplo el
pez espinoso (Gasterosteus gymnurus).

Los caminos que surcan los juncales, diques y pólderes facilitan la aparición de especies rudelares y nitrófilas resistentes a su vez a la salinidad, tales como Beta vulgaris, Atriplex prostrata, Aster squammatus o Paspalum vaginatum. Los prados húmedos se caracterizan por sus interesantes comunidades de ciperáceas y juncáceas. Entre las que predominan Scirpus maritimus y Carex riparia. El menor porte de esta comunidad hace posible la nidificación del buitrón (Cisticola juncidis), que teje su nido en forma de bolsa, suspendido de varios tallos de juncos reunidos. Esta ave insectívora presenta aquí generalmente alta densidad; sin embargo no soporta los inviernos fríos, que diezman a su población. Los arbustos son idóneos para que otra especie de insectívoro estival, el zarcero común (Hippolais polyglotta), construya su nido.

Estos humedales resultan un hábitat apropiado para los anfibios, a buen recaudo aquí del salitre de la marisma. Las especies más comunes son la ranita de San Antonio (Hyla molleri) y la rana común (Rana perezi), así pomo los sapos partero (Alytes obstetricans) y común (Bufo bufo). Allá donde el paisaje recibe los aportes de un río o surgencia, crecen los primeros sauces y alisos. En esos cursos de agua habitan los tritones palmeado (Lissotriton helveticus) y jaspeado (Triturus marmoratus). Las inofensivas culebras de collar (Natrix natrix) y culebra viperina (Natrix maura) hacen incursiones en las aguas salobres. Entre los arbustos y la vegetación riparia vive oculto el ruiseñor bastardo (Cettia cetti), un pequeño pájaro insectívoro de canto explosivo. También se asoman a los aledaños arbustivos de las marismas especies típicamente nemorales como el chochín (Troglodytes troglodytes), el petirrojo (Erithacus rubecula), o algunos páridos (Parus sp.). Entre los reptiles, la lagartija de turbera (Lacerta vivipara) prefiere los prados húmedos, mientras que la roquera (Podarcis muralis) es común en pequeños promontorios y bordes de camino. Los suelos secos de la zona interior del estuario son los elegidos por la lavandera boyera (Motacilla flava) para situar su nido. Esta especie posee en Urdaibai la mayor colonia nidificante del País Vasco Atlántico.

En las charcas estables con nivel variable según las mareas habita una fanerógama acuática con aspecto de alga, Ruppia maritima.


A mediados de la primera década del siglo
XXI, en Gautegiz Arteaga, se inauguró
Urdaibai Bird Center. Este equipamiento esta
especializado en el estudio y divulgación de
la migración de las aves en el este atlántico.
Gracias a este equipamiento y a la
restauración ecológica llevada a cabo en su
entorno, concretamente en las marismas de
Orueta y Baraiz, también en Gautegiz
Arteaga, cada vez tenemos más información
sobre las aves que visitan Urdaibai.

Durante los meses de invierno, cuando alguna ola de frío barre Europa, grandes bandos de aves invaden el estuario. Ayudados por los vientos del norte, limícolas, anátidas, zorzales, etc. abandonan sus cuarteles de invernada en Europa para refugiarse por unos días en regiones meridionales más atemperadas. Arriban de este modo a los estuarios cantábricos miles de aves que ofrecen así una posibilidad única para observar especies y densidades de las mismas inusuales en la zona.

Se hace patente en esos días de frío y nieve la gran importancia que tienen el estuario y la campiña que le rodea para acoger y abastecer a las aves. Su gestión debe cuidar especialmente el estricto cumplimiento de las prohibiciones y normativas de caza tanto en época de nieves para la totalidad de las especies como a lo largo del año para las especies protegidas por la legislación.

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