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En Busturialdea y su entorno es fácil toparse con infraestructuras relacionadas con actividades lúdicas. Las más interesantes desde el punto de vista arquitectónico son, sin duda, el carrejo o probadero, y el frontón. En todos los municipios de la Comarca hay como mínimo un frontón y en algunos más de uno. La distribución de los carrejos no es tan regular. Abundan en los municipios o barrios del interior y escasean en los ligados al mundo de la mar. Esto indica la importancia que tienen las pruebas de arrastre con animales y los partidos de pelota entre los y las habitantes del entorno.

El caserío fue durante siglos una unidad económica autárquica. Todo lo que consumían sus habitantes era producido en el caserío. No había comercio de intercambio entre aquellos poblamientos dispersos que carecían totalmente de medios de comunicación. En él se debía subvenir a todas las necesidades y, en consecuencia, llevar a cabo los trabajos precisos para su buen funcionamiento en un esfuerzo sobrehumano que se iniciaba con el primer claror del Sol prolongándose hasta bien entrada la noche.

Aquellas fincas rústicas tenían –actualmente no tanto- cuatro sectores de producción y servicio: el monte, la tierra de labor, el ganado y la casa. El propietario o arrendatario debía realizar trabajos variadísimos como la corta de madera para combustible o material de construcción, la siega de hierba destinada al alimento del ganado, el ordeño de los animales, el abono laboreo de los campos, el cultivo de la huerta, el transporte de material en el carro de bueyes...

Probadero situado en el barrio Lorategieta
Probadero situado en el barrio Lorategieta
de Gernika-Lumo.

Estas personas encontraban su ocio dominical practicando en deporte los trabajos que estaba obligado a ejecutar durante la semana. Y así lo hacía en competencia con otros vecinos que dominan, como él, entre otras actividades, el arrastre de apeos de labranza u otros materiales (madera, hierba o piedra). Este material, en las actividades de ocio, lo representa la piedra.

La piedra cuando es suficientemente ligera el hombre o la mujer se ejercita con ella levantándola hasta el hombro. Pero si su peso no se lo permite, entonces actuará arrastrándola por un suelo firme, bien con su esfuerzo físico o el de una cuadrilla de amigos o amigas, bien aprovechando la fuerza de tracción de sus animales domésticos.

Carrejo

El lugar donde tiene lugar la competición de arrastre de piedra, es decir, la plaza de arrastre, se llama Carrejo o Probadero. El Probadero moderno es una instalación deportiva configurada a base de cantos rodados fijados a presión sobre un lecho de arena; el encachado así conseguido se divide en cuatro parcelas cuadrangulares de siete metros de largo. La medida total del encachado, 28 metros, se denomina clavo. La base de la piedra, plana, exige un gran esfuerzo a bueyes, burros, caballos y hombres.

Probadero y diferentes piedras
Probadero y diferentes piedras de arrastre
en Mañu (Bermeo).

Este tipo de instalaciones aparecen irregularmente distribuidas en Busturialdea y entorno; escasas en la zona costera, son más abundantes al interior, área más genuinamente rural, en la que de estos deportes tienen un mayor arraigo. Con todo, en esta comarca los carrejos son comparativamente menos numerosos que en otros puntos como el entorno de Mungia zona más ruralizada y tradicional y menos vinculada al mar.

Tienen probaderos Arrieta, Gernika-Lumo, Mendata, Muxika, Morga, Nabarniz, Forua, Busturia, Bermeo (Mañuas y Almika), Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz..., que por lo general tienen como principal valor el etnográfico, el ser soporte de unas actividades lúdicas autóctonas y ancestrales, pero profesionalizadas, con cruces de apuestas.

Viejo probadero
Viejo probadero, junto al frontón, en
Meakaur (Morga).

Frontones

Por otro lado, el acto lúdico de arrojarse un objeto esférico parece tan antiguo como la vida misma del ser humano. Cualquier cosa pudo valer para ello. La esfera, es decir, la bola, es una forma mucho más utilizada en los juegos que el palo o el cubo. La pelota arranca del momento en el que el ser humano manipula hábilmente las fibras, el caucho o la lana de los animales creando un objeto relativamente liviano y saltarín para entretener su ocio.

Antiguamente, en el antiguo Egipto, en Grecia o en Roma se jugaba a pelota en las calles, plazas y campo abierto. Más recientemente, a partir del siglo XIV, en Francia, se construyen numerosos recintos para su práctica. Estos locales de juego reciben el nombre de Tripot. En el estado español será conocido como Trinquete y al juego en sí el Juego de la Pelota. El denominado “Jeu de Paume” –una variedad precisa de juego de la pelota- comenzó a practicarse tras la Revolución Francesa, tanto en Europa como en America, en locales que suponían una transición entre los primitivos trinquetes y los contemporáneos. Podríamos decir que a partir del siglo XVI nace una nueva forma de entender y jugar al juego de la pelota. Mientras en Francia sigue practicándose con raqueta en el juego vasco de la pelota continuó jugándose a mano. El juego de la pelota, con el tiempo, ha desarrollado diferentes especialidades. Actualmente, se practica tanto en América como en Europa y Asia.

Cualquiera que sea la especialidad de pelota que se practique es necesario un espacio adecuado para ello. Cuando ese espacio se convierte en algo fijo recibe el nombre de Frontón. Esta infraestructura, a pesar de los cambios experimentados en su estructura física, se ubica allí donde se sitúan los edificios públicos y monumentales: la iglesia, el cementerio y/o el ayuntamiento, formando parte del complejo lúdico-ritual de la comunidad.

El frontón de Nabarniz
El frontón de Nabarniz es un ejemplo claro
de frontón de Iglesia.

Podemos considerar al frontón como el espacio festivo por antonomasia. En este sentido, presenta unas características. La primera, su carácter urbano, ya que frente al resto de los juegos vascos, paradójicamente, el juego más antiguo no es principalmente rural, ni tiene relación alguna con el trabajo. Se desarrolla en el núcleo del pueblo. La segunda propiedad básica es la de su carácter público. En estrecha relación con la iglesia y el cementerio establece en ocasiones la ordenación del tejido urbano de las villas vascas. Es en muchas localidades vascas el nexo entre la iglesia y el cementerio y el espacio arquitectónico sobre el que gravita la relación entre los edificios representativos (iglesia, ayuntamientos, cementerio…) y las unidades residenciales o caseríos o edificios productivos.

Este espacio público recibe la vida urbana y sus transformaciones, porque es colectivo, tanto respecto a las personas como a las actividades de ocio. Y es en ello donde reside su tercera condición básica, su carácter abierto. No es una estancia cerrada en el que se practica un juego, como generalmente fue en Europa el Jeu de Paumme, sino un espacio público abierto. Tal vez esto justifique y explique su nombre eusquérico: Plaza. No se puede tener mayor precisión urbanística.

Este Frontón-Plaza es indudablemente el prototipo de frontón vasco y por tanto de Urdaibai.

De su diversa situación y función en la plaza y de su relación con los otros edificios representativos y configuradores de la ordenación urbana vasca, aparecen las variaciones tipológicas de los frontones.

Quizás la primera y más antigua sea la de los Frontones de Iglesia; la de aquellos frontones que forman parte de los propios muros y contrafuertes de la iglesia y su espacio en la plaza. El antiguo de Ajangiz, Bedarona (Ea), Mundaka, Murueta, Kanala (Sukarrieta), Elantxobe y Nabarniz son hermosos ejemplos. En otros casos forman parte de los muros del ayuntamiento.

Los Arkupes, situados bajo los atrios de la iglesia, y los Kontzejupes, en los bajos del Ayuntamiento, pese a ser muchas veces hermosos, inverosímiles otras y pintorescos casi siempre, carecen en su mayoría de la cualidad urbanística de Frontones de Plaza.

Es la condición del muro y la función que éste tenga dentro de la plaza la que da origen a un grupo de variedades tipológicas dentro del Frontón-plaza.

El frontón de Libano
El frontón de Libano, en Arrieta, limita el
espacio de la plaza.

Normalmente, el muro de frontón, continuador de los muros de la iglesia hasta el cementerio, limita el espacio de la plaza, por ejemplo, Libano (Arrieta). O resguarda y limita el espacio público de la plaza del viento norte dominante. O limita la loma de la pendiente abrupta, por ejemplo, el antiguo de Ereño (se situaba donde actualmente esta el carrejo). O del río, recogiendo la plaza al puente. O del mar, como en el de Kale Nagusia (Ea).

Son Frontones Muro de Límite de la Plaza, que definen el conjunto de la plaza lúdico representativa.

El Frontón de Kortezubi
El Frontón de Kortezubi es un buen ejemplo
de Frontón Muro de Contención de la Plaza.

En otros casos los muros del Frontón son para la obra pública que resuelve un espacio horizontal en la orografía abrupta de nuestros pueblos. Son muros de contención del espacio ganado al monte, del camino de acceso de los caseríos a la Iglesia del alto. Como Frontón de Muro de Contención de la Plaza esta la de Kortezubi.

La dimensión del frontón y su característica de suelo seco, lo convierten generalmente en el espacio urbanizado de mayor entidad de los pueblos. Por ello, independientemente de donde se ubique, el frontón siempre es plaza.

Pero la longitud de los antiguos juegos de pelota (100 m) y la peligrosidad de las pelotas perdidas, hicieron que se formalizaran estos frontones-plaza con un paseo arbolado en su contracancha. Ese paseo de protección era el recorrido de la iglesia al cementerio en entierros y procesiones, el de los jóvenes siguiendo el juego, el de los padres y madres vigilando a los niños y niñas, la sombra del público en los grandes desafíos… Esta formalización en paseo, que en Arrieta es ejemplar, se repitió en otros paseos del pueblo, a los que también se incorporó un frontón. Ejemplos de éste son el Frontón de Ibaeta (Ibarrangelu) y el de Kale Nagusia (Ea). Son los denominados Frontones de Paseadero, copiando la terminología clásica.

El antiguo frontón de Ibarrangelu
El antiguo frontón de Ibarrangelu, en Ibaeta,
se incluye dentro de los Frontones de Paseadero.

Una variante de los Frontones de paseadero son los denominados Frontones de Cruces de Camino. A la salida de los pueblos, en el cruce con el camino a otros lugares, en la bifurcación, aparece un frontón. Tal vez como nuevo uso de una era de trilla o de una presura. En algunos casos aparece asociado a un caserío-txakolin, pero en otros solamente esta allí el frontón. Es el caso de uno de los frontones con más bella ubicación de Bizkaia, el de Meakaur (Morga). En este punto es interesante recordar que el “Agur jaunak” es una canción pilotazale. Era costumbre acompañar a los pelotaris y pelotazales de otro pueblo después del partido hasta la muga o hasta el cruce de caminos. Allí se les recibía o despedía con esta canción.

El frontón de Meakaur
El frontón de Meakaur (Morga) es uno de los
frontones con más bella ubicación de Bizkaia.

También existen los Frontones de Extrarradio. No son frontones sencillamente alejados y carentes de ese sentido fundamental de plaza que necesariamente debe tener el frontón para serlo. Son lugares tradicionales de juego que tienen incorporado un frontón. Tal vez también fueron eras de trilla, campas comunales, presuras o lugares próximos a romerías o fiestas. Errigoiti es ejemplo de Frontón de extrarradio. Quizá una variante son esos frontones que se ubican en lo alto de una loma, como un templo clásico, por ejemplo, Muxika.

En ocasiones la Plaza vasca, a diferencia de otras, no se formaliza alrededor de una fuente, árbol o monumento, sino del vacío del frontón, siendo ese vacío recipiente de la vida urbana de muchos pueblos vascos. Es, por tanto, este valor urbanístico el fundamental del frontón-plaza. Sacar el frontón de su esencia de edificio público abierto, convertirlo en un objeto, no lleva a la libertad arquitectónica sino a la obsolescencia.

El frontón de Elantxobe
El frontón de Elantxobe es interesante ya que
hace de muro de contención resolviendo
desniveles o pendientes en la orografía.

Actualmente ese es el camino de los Frontones Polideportivos Cerrados, que si bien cumplen su objetivo de oferta de ocio para la ciudadanía, quedan descontextualizados de su sentido de fiesta popular urbana.

El frontón cubierto multiusos Jai Alai (Gernika-Lumo) presenta gran interés arquitectónico.

Los frontones mencionados hasta ahora son los que podemos considerarlos como aquellos frontones que por su calidad urbanística, arquitectónica o socio-cultural merecen erigirse en monumentos de la tradición pilotazale.

Junto con los mencionados hasta ahora, en la comarca podemos encontrar otros frontones con cierto interés histórico-artístico: Ibarruri (Muxika), Altamira y Axpe (Busturia), Jainko (Arrieta), Antiguas Escuelas (Gernika-Lumo), Mendata, Marisma (Sukarrieta).

Además hay frontones cubiertos: Santanape (Gernika-Lumo), Artza (Bermeo), Ajangiz, Ibarrangelu, Arratzu, Gautegiz Arteaga, Forua...

Jaia Alai de Gernika-Lumo
Jaia Alai de Gernika-Lumo es un claro
ejemplo de frontón cubierto pero, en
este caso, con gran interés artístico.

Conviene recordar la condición de Edificios de Conservación Obligatoria para estas joyas originales de la arquitectura vasca y el respeto y cuidado en las intervenciones de conservación y mantenimiento de todos aquellos frontones de interés cultural e histórico que, sin llegar a la condición de monumentos, participan de algunos de sus valores más fundamentales. Se puede afirmar con certeza que hoy en día existen más frontones que nunca, pero es preciso cuidar ahora los aspectos cualitativos de estas instalaciones, manteniendo su carácter tradicional, ya que son el teatro de la fiesta ancestral de los y las vascas y una de nuestras señas de identidad más claras, diferenciadas y reconocidas universalmente.

Para conocer más sobre el mundo de los frontones es conveniente consultar la publicación titulada Frontones de Bizkaia. Ésta y Gure Herria-Juegos y Deportes del País Vasco conforman gran parte de este apartado.

Para ir finalizando comentar que, al igual que en este artículo, en algunos casos, frontones y carrejos aparecen asociados. Así ocurre, por ejemplo, en Kortezubi y en Mendata.

BIBLIOGRAFÍA

+ AGIRRE, Rafa. Juegos y deportes del País Vasco. Editorial Kriselu, Donostia-San Sebastián, 1989.

+ BARRIO LOZA, José Ángel y otros. Arqueología, Urbanismo y Arquitectura Histórica. Bizkaia II. Markina-Ondarroa, Gernika-Bermeo, Plentzia-Mungia. Diputación Foral de Bizkaia y Deustuko Unibertsitatea-Deiker, Bilbo, 1990.

+ KALETAR y GONZALEZ ABRISKETA, Olatz. Bizkaiko Frontoiak. Bizkaiko Foru Aldundia. Bilbo, 2001

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+ MAURE, Lilia y BEASKOETXEA, Gonzalo. Gernika Jai Alai. Arquitectura e Historia. Nueva Europa S.L., Bilbo, 2008.

+ PRADO Antúnez, Ana Isabel. Bizkaiko Herrien Monografiak. Bermeo: Ikerketa Historiko-Artistikoa. Bizkaiko Foru Aldundia. Bilbo, 1997.

+ Revista Aldaba. El frontón Jai Alai se moderniza. nº 147-148, mayo-julio, Gernika-Lumo, 2007.

+ Revista Aldaba. La cesta vuelve a alegrar Gernika. nº 54, julio-agosto, Gernika-Lumo, 2008.

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