Urdaibai Reserva de la Biosfera » Arquitectura » Arquitectura Civil » Arquitectura residencial culta » Construcciones palaciegas» El palacio y la casa neoclásicos

El brillante panorama de la arquitectura religiosa durante los últimos compases del siglo XVIII y sobre todo de los dos primeros cuartos de la centuria siguiente tiene un estrecho correlato en el campo de la construcción civil, fundamentalmente en la arquitectura doméstica y residencial, sin que se deban pasar por alto otros géneros constructivos de promoción edilicia como los de servicios diversos: fuentes, escuelas, etc..., enmarcado todo en el renacer urbano del siglo XIX y en el fortalecimiento de la institución municipal.

La casa de esta época manifiesta unos caracteres bastantes definidos, alineados todos con el estilo culto que surca ese periodo temporal: el neoclasicismo. Es un tipo constructivo cuasi universal, en nado o en poco identificado con el estilo popular vasco y vizcaíno.

Matxinene Etxea
Casa Matxinene (Busturia).La aceptación
de un modelo único de vivienda, con los vanos
de la fachada ordenados en una cuadrícula
de tres por tres, confiere homogeneidad
y una cierta rutina a la arquitectura
neoclásica de clase media.

Los caracteres principales de las casas, caserones y palacios neoclásicos los podemos resumir en: una construcción sólida en base a muros perimetrales y aún compartimentadores internos en piedra, con olvido definitivo de otros materiales tradicionales como el ladrillo y la madera. El aparejo es, además, de alto nivel cualitativo, en grandes sillares bien apurados que recercan los vanos y mampuesto más pobre, la mayoría de las veces enlucido de blanco, en el resto del edificio; en los flancos y fachadas postreras no es infrecuente que aparezca la piedra desnuda. La casa neoclásica es, además, grande. Uno de sus caracteres más específicos es precisamente el de su gran volumen. Algunas no disponen más que de dos plantas como las casas curales de Mendieta (Ajangiz), Axpe (Busturia) y de Bedarona (Ea), pero lo habitual es que dispongan de dos pisos y camarote como por ejemplo: casa cural de Elexalde (Arratzu); Pantxikene (Ereño); Olarreta y Matxinene (Busturia); Tatxingorta (Almike, Bermeo), Ikus Alai (Gautegiz Arteaga) y Casa Gandarias (Arratzu). Pero las hay de tres plantas: Aurrekoetxea (Bermeo); barrio Zeeta 11 (Ereño); Domarine (Busturia); Casa Sagarburu, Casa Zabala (1807) y Casa Kortazar (1863) (Ea). Las más grandes, ya de muy considerables dimensiones, son la de Nagusia 38 y Bide Gane, en Bidekale 14, (Elantxobe), y las casas de Mundaka como "Simitur" y las situadas en Larrinaga 2 y 9, y Santxapozu 2 -un verdadero palacio-, Elexalde 5 (Ibarrangelu), y la llamada casa torre de Nabarniz (Nabarniz) -no es una casa-torre realmente-, por citar un ramillete que ilustre que este tipo de edificios se desparraman por todas partes, promovidos por comitentes de varia especie. Entre ellos las feligresías, que promueven las casas curales de Muxika, Mendata, Arratzu...

Arratzuko abatetxea
Casa cural de Arratzu. Asume todos los
tópicos de la arquitectura residencial
neoclásica, tamaño, orden, tersura...
Se construiría en 1839.

El palacio rural en medio del campo no va a desaparecer, sin embargo. Basta mirar las inscripciones que llevan para entender que en esta época algunos caseríos se reconstruyen en palacios entre sus terrenos de cultivo. Uno de los mejores ejemplos que pudiéramos encontrar en la comarca es el de Txirapozu (Busturia), datado en 1793, que está alejado del núcleo de la anteiglesia, pero cerca de una de las principales barriadas, Altamira, donde preside un pequeño señorío. Cuando algunos pequeños linajes prosperan, el concepto de residencialidad no suele olvidarse en su sedes urbanas o semiurbanas, pero tampoco en las rurales, y éste es un buen ejemplo.

En Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz hay dos edificios de vivienda de ésta época: Ostekone y Andutza. Son edificios paralelepípedos, cubierto a cuatro vertientes, exentos en origen y con vanos adintelados regularizados en tres ejes, que en Andutza se duplican al ser, en realidad dos bloques de vivienda unificados.

En Sukarrieta (Arana Goiri, nº 2), hay un edificio completamente restaurado, sin interés artístico, si bien guarda cierto interés desde el punto de vista histórico al conservar todavía hoy su antigua función de Parador, testigo de los cual encontramos una inscripción situada en la fachada junto a la carretera de Gernika-Bermeo que dice: “Parador de Pedernales año 1825”.

Parador de Pedernales
Parador de Pedernales.

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