Urdaibai Reserva de la Biosfera » Arquitectura » Arquitectura Civil » Arquitectura popular » Caseríos » Evolución histórica » El caserío en los siglos XVIII-XIX.

La tradición del caserío de postes, que con tanto éxito se había difundido durante la centuria anterior, va a prolongarse aproximadamente hasta la mitad del siglo XVIII, fechas en las que asistimos al nacimiento de dos nuevos modelos de vivienda popular. Ambos tienen como característica común la progresiva eliminación de la madera como elemento sustentante y su sustitución por la piedra. Indudablemente, lo que se está buscando es dar mayor solidez y calidad estética a la obra, pero también que ponerlo en relación con la progresiva deforestación del Señorío, que haría cada vez más difícil encontrar árboles con la calidad y longitud suficiente para surtir las necesidades constructivas de una población en constante crecimiento durante todo el siglo XVIII.

Endeitza Aurreko baserri-etxea
Caserío reformado de Gabika Etxebarri
(Gabika, Ereño). El anterior edificio era una
vivienda bifamiliar del siglo XIX, con pocos
huecos exteriores y máximo aprovechamiento
del espacio interno.

A.- Caserío de soportal arquitrabado.

El primero de estos modelos elimina los postes de la fachada delantera y sustituye toda la madera antes existente en la planta baja por piedra sillar. Todo el piso inferior queda así cerrado por un grueso lienzo de mampuesto reforzado sobre el que apea todo el peso de la fachada y la techumbre. De esta manera, las presiones que antes descargaban fundamentalmente sobre cuatro puntos concretos, se distribuyen a lo largo de todo el perímetro del cajón del edificio.

La imprenta será la única gran viga que permanezca tendida en la fachada, apeando sobre ménsulas en las jambas del soportal y auxiliada a menudo por un pie derecho o una columna.

En los pisos superiores sigue manteniéndose la imagen habitual de fábrica de entramado relleno de mampuesto o ladrillo macizo. Aún rige el principio de la máxima hermeticidad y la cicatería de vanos; por supuesto, carecen de balcones.

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Caserío Errementari (Errekalde, Errigoiti).
La presencia de amplios balcones en este
y otros caseríos del siglo XVIII está ligada
al cultivo de maíz y a la necesidad de secar
las mazorcas antes de moler el grano.

En este grupo podemos incluir los siguientes caseríos: Omabeiti (1807) y Morgota (Basondo), Olakoa (1758) (Oma), Basozabal (Barrutia), Solozabal (1785) y Orriaño (1891), en Kortezubi; Landa (Landa) y Goiengo (Goierri), en Murueta; Erritiz (Elexalde, Nabarniz); Bizkerre (Ajangiz); Intxaurrandi (Uarka, Arratzu); Errementari, Etxezarra y Landiaga Goikoa (Errekalde), Agirre (Agirre), Mosueta y Aikaran (Errekalde), Beitia y Uriguen (Metxika), Aizetxebarria (Aiz), Zabala-Orueta (Zabala), en Errigoiti; Nafarrolaerdiko y Errenta, de Bermeo; Atxerri (Altamira, Busturia); Mendiguren (Ordorika), Albizena (Berroja), Aurtenetxe y Biesko (San Roman), Iberzarra eta Ibertxebarri (Ariatza), Urrieldu Erdikoa y Axerreta Goikoa (Gorozika), Undabarrenengoa y Undabeitia (Unda), en Muxika; Solarren Bekoa (Solarren, Mendata); Mendoza y Musatabe (1766) (Zelaieta), en Gautegiz Arteaga; Beiti (Morgaondo), Goikoetxe (1773) (Erroteta) y Lekerikene (Lekerika), Bidaurreta (Meakaur), en Morga; Landa y Albiz Mayor (Antzora), Bizkoetxe (Durukiz), Landaburu (Merrua) y Beogoiko (Arboliz), en Ibarrangelu; Anduitza Aurrekoa (Ea); Jaio Goikoa (Jaio), Matxinena y Bengoetxe (Berreño), Bardija, Barrutieta, Mendiola Azpikoa y Arbatzegi (San Miguel), Gomengo (Uriona) y Zuzaeta (Arbatzegi), de Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz; y Uribaztarre (Libano), Euleta, Arrietatxu y Altamira2 (Goiri), y Orbegoitia (Orbe), en Arrieta.

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Caserío Intxaurrandi (Uarka, Arratzu). Fines
del siglo XVII. Las hiladas de ladrillo macizo
se alternan siempre con gruesos tendeles de
argamasa blanca. En parte para abaratar los
costes de material, pero también buscando el
efecto estético que crea el contraste de
colores.

Con el tiempo, en estos cuerpos laterales el mampuesto ganará altura, extendiéndose hasta la cubierta, en una clara tendencia a la eliminación total de la madera.

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Caserío Pagai Goikoa (Agirre, Muxika).
Ejemplar representativo de la arquitectura
local de fines del siglo XVI, con un alto índice
de calidad en los trabajos de cantería y
carpintería.

Sin embargo, la zona situada sobre la imprenta, y como consecuencia de la menor resistencia al peso de ésta, deberá seguir aparejada a base de entramado. Este nuevo método de construcción permitirá, ya en una fase muy tardía que se prolongará hasta fines de siglo XIX, un mayor desarrollo del edificio en altura, alcanzando habitualmente las tres plantas. Ejemplos de esta modalidad son: el caserío Betartza (Baraia, Errigoiti)); Asua Goikoa y Asua Bekoa (Asua), Esturo Erdiko (Esturo), Goittie (Burdaria), Berroja Arandia (1894) (Berroja), Otxategi Bekoa (Ajuria), Etxebarri Izebal (Izebal), Pula Bekoa (Landost) y Zubieta (San Román), en Muxika; Jaunsolo (Errekalde) y Goikoetxe (Zendokiz), en Gautegiz Arteaga; Arrotegi (Gabika, Ereño); Etxebarri (Lamikiz), Goiti (Marmiz) y Soloburu (Olabe), en Mendata; Amone (Zallo, Gernika-Lumo); Zubiate (Zubiate), Intxaurrandi (Uarka) e Iturburu (Gorozika), en Arratzu; Orriaño (1891), en Kortezubi; Barrenengoa (Baroa) y Garunaga (Kanala), en Sukarrieta; Trama, Tramene, Tramazabale, Izagirre, Azketa, Arostegi y Aranagoitia, (Arane), Iparragirre y Dondiz Goikoa (Dondiz), Zigertatxu, Madariaga, Obar, Amille, Lumogoiti y Bollegi (San Pedro), Elorrieta y Bastegieta-Etxebarria (Bastegieta), Urremendi, Larrondo, Zallo, Abaliz-behekoa y Pedroene (Zallo), en Gernika-Lumon.

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El caserío Zabalajauregi edo Zabalatzeko
(Elexalde, Nabarniz) es un ejemplo de una
variante local del caserío de soportal
arquitrabado, desarrollado en las faldas del
monte Iluntzar, en el que el cuerpo central
retrasado en la fachada alberga dos balcones
paralelos superpuestos. Así, el edificio parece
ganar en altura y estrecharse en la base.
Concretamente el soportal del caserío Jauregi
se apoya sobre una columna toscana realizada
en caliza roja de Ereño.

En las faldas del Monte Illuntzar, sobre todo en los municipios de Ereño y Nabarniz, parece haberse desarrollado una variante local de este último modelo: el cuerpo central, más endeble, se retranquea en la fachada y en el espacio que queda libre entre los bloques laterales se encajan dos balcones paralelos superpuestos. El caserío parece ganar en altura y estrecharse en la base. Algunos ejemplos significativos son Landeta (1888), Intxaurreta, Ibarguen (Intxaurraga) y Zabalajauregi (Elexalde), en Nabarniz; Barrenetxe (Bollar-Akorda) y Zendagorta Aurrekoa (Basetxeta), en Ereño; Agorria y Berrenozelai (Arbatzegi, Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz); Goiti (Marmiz, Mendata). Aunque los que hemos citado son ejemplos de relativa calidad arquitectónica, lo más habitual es encontrar este modelo aplicado a los caseríos mas pobres y peor construidos de fines del siglo XVIII y todo el XIX. Barrios enteros, de florecimiento tardío y difícil accesibilidad natural, como Mañu (Bermeo), responden íntegramente a este diseño.

B.- Caserío de soportal con arco.

Paralelamente se va a producir la incorporación a la arquitectura de un elemento de fundamental importancia: el arco de soportal, que permite prescindir de la imprenta y, descargando todo el peso y la presión sobre las jambas, posibilita el desarrollo en piedra de toda la amplitud de la fachada.

El arco, que puede ser escarzano, carpanel, rebajado, incluso de medio punto, reposa sobre jambas de sillería, rematadas por impostas, en ocasiones molduradas. Gracias a él los vanos se regularizan, ordenándose habitualmente en cuatro o cinco ejes y en dos pisos, más camarote. Este es uno de los mayores avances de diseño que aporta este tipo de caserío: no sólo aumenta el número de vanos, sino que se multiplica su luz; aparecen incluso en las fachadas laterales, y en la frontal suelen rasgarse en balconcillos de forja. El recerco de estos vanos se resuelve en buena sillería, al igual que los encadenamientos esquineros y la propia rosca del soportal.

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Caserío Bidasolo (Kanala, Gautegiz Arteaga).
1758. La difusión del arco de piedra en el
soportal de los caseríos permitió construir
fachadas lisas, homogéneas y de mayor
altura. Fue un gran avance para la solidez
y habitabilidad de la casa de labranza.

La difusión en el ámbito de la arquitectura popular de los soportales definidos por arcos de sillería tiene precedentes muy claros en la construcción aristocrática rural. Algunos caserones solariegos del siglo XVII, como Etxezarreta (Zugastieta, Muxika) y Zorroza (Morga), disponen de notables arcadas de piedra, anticipándose en casi una centuria a la vivienda campesina.

La popularización del caserío con arcos comienza con la segunda mitad del siglo XVIII, para alcanzar su máximo desarrollo durante el XIX y llegar hasta el siglo XX. En algunos casos se alcanzan notabilísimas cotas de calidad en la labra de la piedra, en la talla decorativa y en el equilibrio compositivo de la fachada. La admiración que este caserío ha despertado entre estudiosos y profanos ha hecho de él el modelo arquetípico por el que habitualmente se identifica a toda vivienda popular vizcaína.

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Caserío Gezuraga (Oñarte, Morga). 1865.
Es un heredero notable, pero tardío, de la
dilatada tradición barroca de caseríos con
arco de sillería en el ingreso del soportal.

Los mejores ejemplos conocidos son: Sarrikolea (Errekalde), Bidasolo (1758) (Kanala), Naberan Atzeko (Isla Bekoa), Bekoetxe (Zendokiz), en Gautegiz Arteagan; Zarrandiketxe (Zarra), Erdikoetxe (Urrutxua) y Eriñosegi (Gola), en Mendata; Pagai Bekoa y Egiarte Goikoa (Agirre), Anporrena (1787) (Trupitxe), Otxategi Goikoa (Ajuria), Munurrurtu (Ormaetxe), Biesko (San Román), en Muxika; Orkondoagatzekoa (Orkondoaga), Bizkaigana (Bizkargana) y Larrinaga (Baraizar), en Errigoiti; Gezuraga (1865) (Oñarte, Morga); Ibarraran e Iturrioz (Elexalde), Merrukogeaskoa y Natxitupe Bekoa (Natxitua), Otei (Ea)(1779) y Gunengune (Bedarona), en Ea; Ibarra (1877) (Lekerika), en Nabarniz; Auzokoa (Ispizua, Ajangiz); Mintegibekoa (Uarka) y Telletxeondo (Loiola) de Arratzun; Arribalzaga-goikoa y Arribalzaga-behekoa (Zallo, Gernika-Lumo); Omagoieazkoa (1846) (Oma) y Lezika (1761) (Basondo), en Kortezubi; Merrugogeaskoa (1875) (Merrua), Elantxo (Lastarria), Torre (Gametxo), Artadi y Sagatxa (Akorda), Gogeaskoa (1911) (Garteiz), Ormetx (Ibinaga), Ibarraran (Elexalde) e Iturrioz (Elexalde), en Ibarrangelu; Azkarreta (Arbatzegi), Larrinagabarri (Totorika), Garro (San Miguel), Gastañeta y Gorostieta (Gerrika), Berexikua (1836) (Ganbe), en Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz.

Un subtipo peculiar es el representado por algunos caseríos de la zona Suroriental de la comarca que disponen su acceso al soportal en base a los arcos gemelos, separados por pilar o doble columna: Aurtenetxe, Erregena y el cuerpo central de Undajauregi (Unda), Oxinbaltza (1875) (Muniketa) y Otxategi (Ajurias), en Muxika; Zugaza (Olabe, Mendata); y Hanbre (1780) (Ganbe, Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz).

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El caserío Zugaza es un ejemplo sobresaliente
de la alta calidad que alcanzan algunas casas
de labranza de la comarca a fines del siglo
XVIII. A la propia monumentalidad del edificio,
proyectado para dos familias, se unen
elementos de diseños cultos, como las
impostas y las columnas toscanas del soportal.

Para edificar los grandes caseríos con arco de sillería abrazando las jambas se ha usado generalmente caliza gris procedente de las canteras del entorno. Sin embargo, en Ereño, el material muy usado muy a menudo, aprovechando la existencia de una cantera que actualmente esta cerrada, fue la caliza roja. Ejemplos de ellos tenemos en Goiztidi (1774) y Aldagarai (1869) (Gabika), Zarragabeko (Akorda), Urrutigoiko, (1902) (Bollar) y Aldekozea (Zeeta-Elexalde).

C.- Caserío sin soportal.

En algunos caseríos realizados en la segunda mitad del siglo XIX, la influencia de la vivienda neoclásica y el intento de conseguir una mayor calidad residencial, provocan la desaparición del soportal y del arco que le precede, y su sustitución por un zaguán de acceso adintelado, aún manteniendo el resto del edificio las características propias de la casa popular. Sirven de ejemplo: Galdiz Etxebarri (Aldebazter, Ea); LandaluzeForua); Goiria (1851) (Gorozika) e Ibaigane (Zugaztieta), en Muxika; el caserío llamado "de las pinturas" (1864) (Zelaieta, Gautegiz Arteaga); casa Errota (1786), Goxeaskoa y Errementarikua (Arbatzegi), en Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz; Zeeta-Elexalde 11 y casa Patxinena, en Ereño más información en www.urdaibai.org); Casa Erritiz, casa-torre de Nabarniz (más información en www.urdaibai.org) y caserío Estanco,, en Nabarniz; Seleta, Iberre... en Mendata; Migelene, Vista Alegre, Aldapa-Etxebarri... (La Villa), Abadetxea y Casa del Coadjutor (Eleizalde), en Errigoiti.

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Caserío Aurtenetxe (Unda, Muxika). Siglo XIX.
Los imponentes caseríos con doble arco de
sillería en la fachada son infrecuentes en
Busturialdea, tan solo en el cuadrante
sudorietal de la comarca, en las zonas de
contacto con el Lea y el Duranguesado, se
detecta la presencia de estos notables
edificios.

D.- Otros modelos de caserío.

En Arrieta se construyeron durante el siglo XIX una serie de casas rurales que no se someten plenamente a la morfología general de lo que denominamos "típicamente vizcaíno", aunque sean también construcciones autóctonas. Corresponden a caseríos cúbicos de buen porte, con cubrición a cuatro vertientes y dos hileras de balcones superpuestos en la fachada principal. Responden a un criterio que prima las condiciones residenciales del edificio relegando las puramente agropecuarias. Son obras de mayor coste económico, en las que la fábrica de tramazón de madera desaparece totalmente y el soportal llega a sustituirse por un acceso adintelado. Los ejemplos más representativos de este modelo son Manenegoiko y Oxinagaurrekoa.

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Caserío Oxinagaurrekoa (Arrieta). El volumen
cúbico, con cubierta a cuatro aguas y alero
horizontal sobre la fachada hacen de este
caserío un elemento exótico en el panorama
de la arquitectura popular de la comarca.

En el municipio de Muxika encontramos un edificio que responde a las características del caserío cántabro, localizado en el barrio Gorozika. Este tipo de casa se puede incluir dentro de la que se ordena entre medianerías que soportan la balconada corrida. La característica, principal, por tanto, es la existencia de estas balconadas corridas, que se parcelan en tramos.

Por otro lado, los escudos de los caseríos Musatabe, Mendoza (Zelaieta) y Jausolo (Errekalde), en Gautegiz Arteagako, son barrocos, del siglo XVIII. También el caserío Morgota (Basondo, Kortezubi) presenta escudo barroco.

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