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La Casa Beatorio Etxeandia está situada en Eleizalde, población de Ibarruri, municipio de Muxika.

Es un palacio barroco cúbico con cubierta a cuatro aguas. Se apareja en mampuesto, excepto la fachada principal que lo hace en sillar. Ésta aparece dividida en dos alturas y estructuradas en dos ejes de vanos adintelados, destacando el acceso y la ventana inmediatamente superior a las orejeras. A su parte izquierda, otros dos pequeños vanos, no adintelados y otro de medio punto rebajado, pero de dimensiones muy pequeñas, por lo que el arco se inserta en una única pieza de sillar. Luce escudo de la Merced con una inscripción en la que se puede leer: “María Magdalena 1614”.

Ermita de Jesús Crucificado
Casa Beaterio Etxeandia.

A principios del siglo XVI un grupo de mujeres solteras y viudas fundó en aquella casona el beaterio llamado “Santa María Magdalena”. Adoptaron una forma de vida centrada en la castidad, en el trabajo, en el ayuno y la penitencia, en la mendicidad y en la oración.

En aquellos primeros tiempos esta comunidad era independiente de cualquier orden religiosa. Sin embargo, el Concilio de Trento impuso a todos los beatorios la obligación de entrar en alguna institución religiosa ortodoxa, así como la clausura obligatoria.

Ermita de Jesús Crucificado
Escudo de La Merced en el beaterio de Ibarruri.

Aquellas señoras cumplieron la primera de las condiciones en el año 1954, cuando se vincularon a la orden de La Merced, quien las resguardó bajo su protección espiritual y jurídica (desde entonces, aquella casa dejó de ser beatorio para convertirse en un convento). Pero no aceptaron entrar en clausura, ya que a la endémica pobreza del beaterio se le añadía la imposibilidad de salir a la calle a recoger limosnas. Y es que la orden de clausura las recluía en la más extrema pobreza.

Sin embargo, una herencia solucionó el problema. La Casa Beaterio Etxeandia, que, aunque hoy es un edificio residencial, en el momento en que se construyó, su destino era ser un convento.

Tras la muerte de Juan Juan Iñiguez de Arteaga en 1620 en su casa de la rentería (la aduana del puerto) de Ajangiz, su mujer Marina Saenz de Iturburu heredó todos sus bienes. Ésta a su vez entregó todas esas propiedades y ahorros a la comunidad de Ibarruri, y permitió que la casa rentería se convirtiera en el nuevo convento de La Merced.

El 8 de enero de 1625 se trasladaron a su nueva casa, acompañadas del clero de Ibarruri. Ocho días más tarde, el 17 de enero, entraron en clausura.

En 1638 vendieron la Casa Beaterio Etxeandia para poder construir una iglesia junto al nuevo convento.

Desde entonces, aquella casa palacio se convirtió en una casa labriega.

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